La traducción literal de la palabra «lace» del inglés al español en lo que a tejido se refiere es «encaje«.

En el mundo de las lanas «lace» designa a varias cosas distintas: el trabajo de calados y un grosor de lana.

Por un lado, se generaliza el uso de lace desde el inglés para designar a toda una tipología de trabajos de tejido con colados. La razón es bien sencilla: es en ese idioma donde más publicaciones podemos encontrar referentes a ese tipo de tejido.

Trabajo de calados a dos agujas

Estos calados, encajes o puntillas pueden abarcar desde un simple detalle en la manga de una chaqueta, a tejer con calados un jersey, pasando por mis favoritos: los chales y estolas.

Es curioso: los «chales» como tal tienen un nombre también derivado del inglés porque en el tejido tradicional de toda la vida, siempre se les llamaron toquillas, al menos entre las tejedoras de mi familia.

 

Grosor standard del laceEn lo que al grosor de la lana, el Sistema de Grosor Estándar de la Lana concluye que esa denominación es aplicable a las lanas en categoría «fingering».

Son lanas que se tejen con agujas de 1.5 a 2,25 mm y con ganchillos de 1.4 a 1,6 mm.

Al hacer una muestra de tejido de 10 cm con esas lanas,  llevan de 33-40 puntos máximo.

Esto es un poco confuso porque este tipo de lanas siempre se tejen con agujas de tamaños superiores a los que se deberían de utilizar.

Por ejemplo, una Malabrigo Lace, para que quede cerrada si se teje todo al derechas, sería aconsejable utilizar unas agujas de 2 mm, pero para trabajar con calados, se emplearía una aguja de 3,5 mm o superior. El motivo es que para que esos calados queden más marcados, se ha de emplear una aguja más gruesa: nadie dice que no se pueda tejer un chal con agujas de 2 mm pero el trabajo quedará excesivamente apretado y pequeño, con lo que no sólo se necesitará más lana para cubrir la misma superficie, si no que quedará muy deslucido.

 

Muchas veces nos llegan compras y luego correos sobre las lanas que se compraron  porque, pese a indicarse que la lana es para agujas de, por ejemplo, 4 mm,  ¡¡¡es demasiado fina para tejerse con esas agujas!!!

Y es que nos pueden los colores y nos lanzamos a por la lana sin tener muy claro qué es…

Por otro lado, una cosa que os puede guiar para saber si esa lana es lace o no, es mirar la etiqueta: ahí veréis indicado el número de metros y gramos: si en 50 gramos hay más de 300 metros, es una lana fina. Si tiene más, es muuuy muuuy fina.

Por último, el nombre «Lace» en la denominación de la lana ya da una pista de por dónde van los tiros 😉

 

Sólo una cosa más: mucha gente dice que las lanas lace son caras – oscilan entre los 8 € y lo que quieras pagar- y a primera vista, pueden parecerlo: ¡¡una madeja de 100 gramos de más de 30 €!! -por ejemplo-.

En ese momento y para saber si realmente es cara o no hay que mirar varias cosas: por un lado está el material del que consta la madeja -una 100% seda vale 30 € y más- y el resultado.

Chal de seda tejido a dos agujas

Los materiales exclusivos y de calidad son caros, pero más vale pagar un buen material que terminar un chal y arrepentirte de no haberlo hecho con algo de más calidad: siempre me arrepentiré de no haber tejido en seda mi estola de bodas -la primera foto de esta entrada-, que aunque es un trabajo espectacular, la ocasión bien pedía un poquito más de brillo que el que un sencillo merino puede darle.

Y esto es todo lo que os cuento hoy sobre el tema lace.

En la próxima entrada: mi primer chal, por dónde empiezo.

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