Tengo una ahijada cuya abuela teje muchísimo. Le ha tejido rebecas, jerseys.. de todo, y le iba a tejer un abrigo hasta que tuvo un pequeño percance con un dedo y media mano vendada por una infección. Así que me ha tocado asumir el papel de «abuela» y tejerle yo el abrigo.
La idea era tejer un abrigo sencillito y sin nada, en un sólo color gris marengo que pegaba con todo, y tras darle muchas vueltas buscando patrones para hacer el abrigo, me decidí a experimentar y salió algo bastante bonito.
De mano, y tras tomar medidas a la peque, se planteó el abrigo para ser realizado sin costuras, partiendo del jersey más sencillo del mundo: el Simple Summer Tweed Top-Down cuyo patrón gratuito podéis descargar de Ravelry en este enlace. Es un patrón muy sencillo que te permite empezar un jersey o lo que sea por el cuello e ir creciendo hacia abajo. Lógicamente no se unen los puntos al llegar a los deseados para continuar tejiendo en recto, si no que se dejan separados y se tejen en hiladas del derecho y del revés.

Siguiendo la idea del cuello redondo de ese jersey, calculando los puntos necesarios en base a la medida del 10×10 cm la lana utilizada y las medidas de la peque, se montaron los puntos y se comenzó a aumentar puntos hasta tener la medida necesaria para que el tejido le cubriese los hombros sin comenzar a bajar excesivamente.Distribuimos los puntos en dos partes delanteras, una trasera y las dos mangas bien separados por marcapuntos.
Ahí, me atacó la vena romántica -y mirad que odiaba los vestidos con lazadas y similares cuando era pequeña- y tuve que meterle una manga abullonada, o lo que es lo mismo: «tipo princesita». Esto se consigue aumentando dentro de los puntos destinados a cada manga, varios puntos -los mismos en cada manga y a cada lado- y luego menguándolos cuando comencemos a tejer el patrón del dibujo.En este caso los puntos extra se menguaron en la unión de las dos coletas laterales. Podía haber quedado mejor, sinceramente…

Cuando la medida del tejido llega a la altura del sobaco, guardamos los puntos de la manga en un apartapuntos y aumentamos los puntos necesarios para la realización de la sisa. Hay que aumentar los mismos puntos en cada bajomanga y se sigue tejiendo hilada adelante, hilada atrás.
Y ahí volvió la vena romántica y tuve que ponerle un poquito de vuelo a lo que sería la falda del abrigo. Para ello, nada más sencillo: a la altura de la cintura, calculando bien los puntos para que quedasen simétricos, coloqué dos arranques de coleta delante y dos detrás. Tras desarrollar la primera coleta, en su interior comencé a hacer incrementos a dos puntos por coleta, 8 puntos por vuelta cada ciertas vueltas. Los aumentos quedaron tal que así:

Para destacar un poco y que no quedase recto tan soso, continuando los puntos al revés que flanquean los puntos de las coletas, la parte aumentada se tejió del revés quedando como muestra la imagen. Fijaos que son simétricas desde el punto central de la espalda, al igual que las mangas que invierten el diseño para quedar como un reflejo la una de la otra:

Una vez alcanzada la longitud adecuada y para evitar el repique del bajo y hacerlo liso, se repitieron las coletas que se colocaron en los arranques de los aumentos de la falda y se realizaron dos vueltas finales en punto arroz. En las mangas, que se tejen recogiendo de nuevo los puntos apartados y cogiendo los mismos puntos que aumentamos en la sisa, se repitió el puño con coletas y punto arroz igual que en el bajo.
Por último, montando una tira a parte tejida a todo el borde del escote y parte abierta del abrigo, partiendo de un lateral para terminar en el otro, se realizó una tira con el mismo motivo de la coleta sencilla:
Un detalle del giro en el cuello -tremendo, decir que fue difícil de dar ese giro, es decir poco. Se me olvidó hasta tejerlo simétrico :-$-:

Y el abrigo quedó tal que así a falta de los botones:


Me hubiera gustado poder poneros un patrón como dios manda pero en el momento en que la madre de la criatura lo vio terminado, se lo llevó hasta sin poner los broches para el cierre.
La enanita tiene 2 años y su abrigo está tejido con cinco ovillos y medio de Alb Merino en color Graumelánge.
Es una lana un tanto sorprendente y altamente recomendable: es 100% merino y no está torsionada, si no levemente afieltrada -«tipo rasta»- con lo que de primeras resulta un poquito áspera al tacto pero se suaviza con el uso y tiene la ventaja de ser altamente cálida y ligera.
Me ha encantado tejerla, es más, llevo años con ganas del Silvy y creo que me lo voy a hacer con este tipo de lana 🙂