Este año nos hemos tirado a la calle, nos hemos juntado a Asturias Knits y nos hemos ido a una feria de lana en condiciones. ¡Por fin! Y, cómo no, una vez vuelto todo a la normalidad, podemos haceros una pequeña crónica de la visita.
El evento tuvo lugar el fin de semana del 16 al 18 de marzo en Edimburgo, Escocia, una ciudad preciosa de la que luego os hablaré un poquito.
Si tenéis pensado ir el año que viene a este evento, id preparándolo ya, ya que las entradas vuelan, especialmente las del primer día que sólo se venden online. Suscribíos a la lista de correo para ver todos los eventos y demás y que no se os pierda uno, porque se mandó el correo de venta de entradas y creo recordar que el mismo día dos horas más tarde, habían volado….
El primer día por la mañana, nos encontramos con este panorama:
Una cola de meter miedo a las 9,30 de la mañana -recordad que sólo se entra el viernes con entradas compradas por web y con antelación, si vais este día sin entrada, os quedáis sin acceso-. La feria tiene lugar en el Corn Exchange, un poquito a desmano del centro de la ciudad, pero el servicio de taxis funciona que es una maravilla y se puede coger uno entre seis personas por cuatro duros, con lo que no hay ningún problema.
Hacía un frío, un viento y una lluvia que no os lo podéis ni imaginar y la cosa meteorológica iba a empeorar, eso sí, dentro se estaba muy bien.
Ya con la pulserita de acceso, pudimos entrar al recinto que abre a las diez y tomar un cafetín antes de morir congeladas. Hay una cafetería muy mona donde descansar un poco, tomar algo y desayunar tranquilamente. También disponen de guardarropa, un lujazo.
El sitio está organizado como varios pabellones, por un lado los talleres, por otro las tiendas, por otro las muestras y los «saraos» se realizan a parte.
En la zona de compras había una enormísima cantidad de muestras a la venta, tanto de tiendas como fabricantes de zonas diversas, predominando la lana de la zona, que madre mía, como rasca -lanas exfoliantes ideales-.
El colorido es… sólo hay que mirar las fotos para decir «lo quiero todo», pero los precios echaban un poquito para atrás porque el precio mínimo de madeja rondaba entre las 22 y las 28 libras -hay que pasar a euros y se sigue incrementando-, aunque también había alguna cosilla más económica.
También había herramientas especiales muy interesantes…
Y kits para iniciarse…
Incluso encontramos a algún famoso, que no es muy normal que Téjeme se ande sacando fotos por ahí ;-):
Y personalmente caí en las garras de la cerámica, no lo puedo evitar, y si es de color azul, menos:
Al margen de esta zona de tiendas, hubo talleres, fiestas de bienvenida, knitting parties nocturnas, visitas a los pastores… que harían las delicias de cualquiera, eso sí preparaos para ahorrar porque absolutamente todo es de pago.
¿Cuánto tiempo se necesita para ver la feria?
Un día es más que suficiente si no está apuntada a ninguna actividad extra y es una excusa perfecta para conocer Edimburgo.
Llevad ropa de abrigo: pasamos de una lluvia y un viento que metía miedo a una sensación térmica de -18 grados una noche y aunque dentro de los sitios se está muy bien, callejear merece la pena.
Ya sea de día o de noche, es precioso. Obligada es la visita al castillo y The Real Mary King’s Close da a conocer una parte interesante de la ciudad que permaneció intacta durante unos cuantos siglos.
La mayor parte de los museos son de entrada gratuita -no los de la corona-, pero hay para ver cosas a patadas, dependiendo de lo que os guste.
De la comida inglesa dicen que es malísima peeero: «this is Scotland» y no sabéis lo bien que se come en los pubs, para que os hagáis una idea…
Esto es «un jacobita«, sobre unas 10 libras, para morir de gusto.
El café por lo general es muy malo pero hay excepciones: pedir capuccino y si os queréis dar un gustazo, id a tomar uno a The Dome, no os van a clavar -que es lo que puede parecer viendo el aspecto del sitio- y vais a disfrutar como auténticas señoronas de Downton Abbey, que van a ser las que estén sentadas a vuestro alrededor 😉
Curiosamente creo recordar que fue el desayuno más económico que tomamos, unas 2,50 libras el café frente a las 3 y pico en otros lados…
Así que nada, os dejamos el sitio libre y si os llama la idea, no dudéis en ir organizando el asunto para el año que viene 😉